Cantata de cámara con textos de Raquel Jodorowsky
Encargo: Collegium Vocale Köln
Estreno: Witten, 1976
En el verano de 1969 la poeta peruana Raquel Jodorowsky leyó en Quito su ciclo de poemas Alnico y Kemita, que ella denominó «poesía electrónica». David Johnson improvisó con instrumentos electrónicos fabricados por él mismo.
Me fascinaron la imaginación audaz «science-fiction», la poetización, por así decir, del vocabulario severo de la técnica y la ciencia, el lenguaje vivaz y las características evidentemente musicales, escondidas tanto en la gran forma como en los detalles.
Me decidí a componer una obra en una forma histórica (una cantata) con sonidos electrónicos y modulaciones que podrían sugerir la idea de «poesía electrónica».
La composición, escrita para el Collegium Vocale Köln, fue estrenada en Witten en abril de 1976. La obra está dedicada a sus intérpretes y a la poetisa. Utilicé ocho poemas de 13.
El resultado es una sonoridad «arcaica», «pseudo-modal», «de edad media». Es como tratar de ver el futuro desde el pasado, pasando sobre nuestras cabezas.