(Keine Übersetzung vorhanden)

Yakushimi, Museo del Agua, Quito, inauguración Julio 3 de 2014

Yakushimi, el lenguaje del agua, una instalación sonora

La vida en nuestro planeta no es imaginable sin la interacción del sol, de la tierra y del agua. El agua permea nuestro ambiente vital. Parece que el ser humano mismo parece constar en un 70 % de agua y que un 70 % de la superficie terrestre está cubierta de agua.

Desde siempre fascinó el agua la fantasía del ser humano. Ha estado siempre presente en sus mitos y religiones. Tales de Mileto (filósofo griego, ca. 600 a.C.) la comprende como el origen de toda vida, tradiciones milenarias la proclaman como uno de los cuatro elementos constitutivos del mundo: fuego, aire, agua y tierra, C.G. Jung (1875-1961) le da la categoría de un “arquetipo” (imágenes originarias del “inconsciente colectivo”, comunes a toda la humanidad.), etc. Una discusión actualizada sobre la conservación de la calidad del agua y de su reparto equitativo entre los diferentes grupos humanos es y será uno de los retos centrales de la preocupación pública de los próximos años.

En nuestra cultura vernácula tiene el agua un sitio esencial como parte integral de la Pacha-Mama de la cosmovisión andina. La Mama-Yaku está omnipresente en el ambiente geográfico, humano y mítico que da hogar al “runa”. Lo acompaña en todos los momentos importantes de su vida (nacimiento, celebraciones, matrimonio, entierro) y en los ciclos agrícolas anuales: preparación de la tierra, siembra, cosecha, etc. (Ver la muy interesante monografía La crianza del Agua de L. E. Cachiguango y Julián Pontón, El Taller Azul, 2010, que relata la comunión entre la Mama-Yaku y las prácticas musicales de la comuna de Kotama, Otavalo).

En junio del 2013, con ocasión del Inti Raymi estrené en Quito La Canción de la Tierra, una meditación-ofrenda al sol y a la tierra. El Yakushimi me permite ahora hacer una meditación-ofrenda al agua. Si La Canción de la Tierra encontró en el Itchimbía el lugar ideal para su realización tengo la suerte ahora de disponer del lugar pertinente para el Yakushimi: el Museo del Agua, en Quito. Mis gracias.

Un lenguaje?

“El agua, ¿de quien es?” (Juan Gelman)

En el “ruido blanco” están físicamente presente todas las frecuencias audibles. Es una especie de “cantera” que potencialmente incluye todos los sonidos y ruidos posibles. Por medio de filtros podemos acceder a grupos de frecuencias que producirán los diferentes llamados ruidos “coloreados”.
El sonido de una cascada muy sonora es muy cercano al “ruido blanco”. Paralelamente a lo dicho arriba, podríamos pensar que ese sonido contiene en si todos los sonidos posibles del agua. Y que, por medio de filtros, podríamos individualizarlos. Un filtro es un resonador, un espacio físico en el que el sonido se desarrolla. La naturaleza ha distribuido esos resonadores por todos sus dominios, cada uno producirá su sonido individual y diferente de todos.

Durante meses he realizado grabaciones de agua corriente en la naturaleza: ríos, cascadas, el mar, lluvia. Como sistematizar los tan diferentes resultados acústicos? El criterio que he utilizado es el de “ancho de banda”, para seguir con el símil de los filtros. Los extremos serían un ancho total de banda (la cascada, el río del mar) y anchos de banda muy estrechos que producirán melodías concentradas en una o en un grupo de frecuencias (por ejemplo, riachuelos de cauce estrecho y poca agua). Entre esos dos extremos se encuentra todo un universo de sonidos, que, utilizando ahora un símil de la linguística, constituiría una especie de lenguaje, el lenguaje del agua, el yakushimi.

“El agua habla sin cesar y nunca se repite…” (Octavio Paz)

.Que experiencia la de haber pasado horas y más horas escuchando el yakushimi!
Heráclito
en cámara lenta. Oir el flujo del tiempo y del ser

Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río…”

(J.L. Borges)

.Que experiencia la de haber pasado horas y más horas escuchando el yakushimi, tratando de descifrar lo que la Mama-yaku nos está diciendo. Algo. Algo nos dice y nos repite.

Quisiera participar estas experiencias hermosas invitando a un público abierto y curioso al Yakushimi, una instalación sonora a realizarse en el Museo del Agua a partir del mes de Diciembre del 2013.

“Agua ¿Donde vas?”
(García Lorca)

La instalación:

En una sala grande del Museo del Agua de Quito, se instalará un sistema de reproducción sonora de 14 canales monofónicos, con altavoces dispuestos estratégicamente. Se reproducirán composiciones basadas en grabaciones de agua que corre en espacios abiertos en la naturaleza: ríos, cascadas, riachuelos, lluvia, el mar.

El Yakushimi es una composición de ca. 2 horas, integrada por 14 “piezas” de hasta 14 canales, de duraciones diversas y que se enlazan una después de otra. La macro-composición será repetida indefinidamente en “loop”. El visitante estará predeterminando lo que escucha al escoger el momento de entrada y salida de la muestra. Naturalmente podrá repetir su visita: al cambiar el momento de entrada y salida estará predeterminando la escucha de “otra” experiencia musical posible. Las micro-composiciones explotarán el carácter de lenguaje implícito en si mismas. Estarán relatando diferentes episodios del relato total.

Dos o tres estaciones independientes compuestas por un CD-Player, a ser escuchados con audífonos muy permeables, permitirán al oyente percibir a la vez la música de la sala, perceptible a pesar de los audífonos y “otra música” (instrumental) perceptible solo en los audífonos. Una experiencia muy particular: una polifonía a dos voces, una polifonía a dos acústicas, a dos paisajes sonoros.

Varios proyectores video mostrarán en paredes y/o en el piso sonogramas del sonido del correr de agua. El visitante podrá percibir el sonido del agua con sus ojos.