(Keine Übersetzung vorhanden)

Ponencia de Mesias Maiguashca en el Simposio LA OTRA AMERICA, Colonia, Alemania, 5 de abril de 2009

LA OTRA AMERICA Simposio en la Universidad de Música y Danza de Colonia Sábado + Domingo 4. und 5. Abril 2009
Ponencia de Mesias Maiguashca Lo Latinoamericano.

Lo Latinoamericano, existe? Sin la menor duda. Que es? No lo sé.
Seguramente hay varias maneras de acercarse al tema, talvés a través de otras preguntas, a través de otras formulaciones.
Por ejemplo: existe lo nuestro, lo mío? Estas preguntas son mas precisas, más manejables para mí. Sin embargo, cuando reviso lo que yo podría definir como lo mío constato que no necesariamente es lo que otros, aunque sean de mi ámbito geográfico y cultural, podrían definir como lo suyo.
Lo nuestro supone un grupo: el de mi barrio?, el de mi ciudad?, el de mi país?, el de los Andes?, el de Latinoamérica?, el del mundo occidental?, el del Homo Sapiens? Yo me siento ligado a todos ellos. Donde me localizo para definir lo nuestro?
Que es lo que diferencia lo mío mío de lo mío de los demás. Creo que aquello que me individualiza, en el tiempo y en el espacio, de todo otro ser humano es mi biografía. Mi biografía me define, me identifica. Pero, en realidad ni siquiera de ella soy dueño. Pues sus datos básicos no han sido determinados por mi. Por ejemplo: el haber nacido en tal lugar, en tal tiempo, en tal condición social.
Pero esos hechos son hechos dados y han trazado el esquema básico de mi biografía.
No trataré de reseñar ahora una biografía ilustrada con ejemplos musicales. Más bien trataré de reseñar una discurso acústico, illustrado con algún comentario pertinente.
Nací en Quito en 1938, en un hogar „pobre“, sin ninguna tradición musical, mi padre indio de las montañas de la Provincia de Bolívar, mi madre mestiza de los valles del Tungurahua.
Mi primera educación musical fue doble:
.La chichería: en el barrio de San Diego, donde viví mis primeros veinte años existían varias „chicherías“, lugares donde los indios concurrían a esparcirse bebiendo chicha y bailando su música, difundida muy fuerte por altavoces, inundando así acústicamente a todo el barrio. Una de esas chicherías conlindaba con mi casa. Por veinte años escuché esa música (sanjuanitos, albazos, saltashpas, etc.) ocho horas al día, fortísimo. Y quedó grabada en mi alma, como surcos audio en un CD.
.La música clásica: un piano vertical llegó (literalmente) a mi hogar. Mi padre me obligó a aprenderlo. Me acerqué a la música clásica accesible en el Quito de entonces, desde Bach hasta Debussy. Mis años de adolescente quedaron marcados por ella, con la misma instensidad que por la „música de la chichería“, pues a la vez que escuchaba ésta, aprendí yo Mozart, Schubert y Ravel.
Corolario: tengo dos mitades en mi „alma musical“, cada una ocupada por una de las tradiciones arriba mencionadas y condicionadas entre si para siempre. Reacciono como el perro de Pawlow: cuando escucho música de la chichería „oigo“ en mi otra mitad Mozart, Schubert y Ravel. Cuando escucho Mozart, Beethoven y Ravel „oigo“ en mi otra mitad la música de la chicheria.
Mi barrio era rico en sonido. Un episodio de mi niñez pasó a formar parte de mi composición Ayayayayay (1971) para cinta magnética. Mis padres, los mejor situados en sus respectivas familias, alojaban en nuestra casa de San Diego a un sinnúmero de parientes que venían de las provincias. Mientras más pobres, tenían su alojamiente más atrás en la enorme casa. El último espacio era reservado para dos chanchitos, que mi madre sacrificaba durante el año, dos fiestas por año, motivo de regocijo para toda la familia. Pero los gritos de agonía del chanchito, a quien yo conocía por nombres propios: el „Lucho“ o la „Rosita“ me angustiaron para siempre (yo tendría alrededor de unos 6 años).
Ejemplo: Ayayayayay, escena del puerco.
Hice mis estudios académicos en la Eastman School of Music, en Estados Unidos, sin experiencias interesantes en el campo creativo. De 1963 a 1965 participé en la primera camada del Instituto di Tella en Buenos Aires. Mi experiencia musical es fácilmente perceptible en el siguiente ejemplo, un fragmento de mi Primer Cuarteto de Cuerdas, del año 1964.
Ejemplo: Cuarteto de Cuerda Nr. 1, primer movimiento.
Desde 1965 vivo en Alemania, en donde he podido integrarme musicalmente como compositor y pedagogo. Mi experiencia más importante en Europa fue „mi“ descubrimiento de la música electrónica. Ese acercamiento fue obligadamente autodidacta y a través de métodos empíricos, características ambas que definen mi quehacer artístico.
Resultados de mi obsesión por el hacer empírico („fummeln“ en alemán) fueron, entre otros, la creación de lo que llamo „objetos sonoros“. Una primera versión constó de varas de metal excitadas por percutores y arcos y amplificados por micrófonmos de contacto. De esta construcción surgió el ciclo de 6 composiciones aglutinadas bajo el nombre de Reading Castañeda.
Ejemplo: Fragmento de El Nagual, Tanja Müller y Mesías.
Parte del ciclo Reading Castañeda fue la composición El Oro, compuesta en 1992 para la „celebración del descubrimiento“ de América. Creo que nosotros los indios andinos no hemos llegado a reconciliarnos con la historia. Así, su recuerdo tendrá que ser necesariamente doloroso. En esta obra cito textos de Huamán Poma de Ayala que muestran la estupefacción de los indios por la codicia del europeo, para él fatal, por oro y plata. Cito:
„…Estaban como un hombre desesperado, tonto, loco. Perdido el juicio con la codicia de oro y plata. A veces no comía, con el pensamiento de oro y plata. A veces tenía gran fiesta, pareciendo que todo era oro y plata.“
No. No estoy hablando de los banqueros de nuestra atribulada vida financiera actual. Pero el texto podría calzarles.
En esta obra utilizo un „rondador“, instrumento de caña de los andes ecuatorianos, como resonador. Leo un texto con fuerza acercándome progresivamente a las cañas. Mientras más me acerco más resuenan convirtiéndose finalmente en música.
Ejemplo: Fragmento de El Oro (1992).
Parte substancial de mi biografía ha sido la Pedagogía, vicio heredado de mis padres. Durante 20 años enseñé Acústica en la Musikhochschule Freiburg, sin jamás haber tenido una formación científica. Pero el „vivir“ en estudios de música electrónica me proporcionó la oportunidad de acercarme a ella empíricamente, de „descubirla“. De el mostrar ejemplos en la clase semanal de Acústica a utilizarlos artísticamente, fué solo un paso. Estoy seguro que mis alumnos recordarán, espero que con benevolencia, que en la primera clase demostraba empíricamente el fenómeno de las „ondas estacionarias“. De allí nació la composición Tongeographie, una de varias composiciones mías que se fundamentan en temas de la Acústica y que pude demostrar ayer.
Mi hijo Gabriel me sugirió hacia 2005 reemplazar en mi Objeto Sonoro las varas de metal mencionadas arriba por pequeñas esculturas de madera. En un principio, creí, una sugerencia absurda. Pero luego de mucha experimentación pudimos hacerlas sonar, con una voz muy particular, a la vez „nueva“ y „arcaica“.
Ejemplo: Holz-Arbeitet I (Video) nos muestra las posibilidades sonoras del instrumento.
La obra Holz Arbeitet estructura una escucha „abstracta“ de los sonidos posibles con esta construcción sonora. La composición El Negro Bembón (2008) confronta a la manera de „tesis“ y „antítesis“ a ese instrumento rudo y sin historia, con el piano europeo, su „instrumento“ por excelencia. La rítmica de los versos de Nicolás Guillén genera la rítmica de esta composición:
¿Po qué te pone tan bravo, cuando te disen negro bembón, si tiene la boca santa,
negro bembón?
Ejemplo: Fragmento de El Negro Bembón (Video).
Finale: en 1964, durante mi estadía en el Instituto di Tella concebí una especie de Cantata sobre el texto Boletín y Elegía de las Mitas de César Dávila Andrade, el que relata con un lenguaje rudo y conmovedor, el episodio doloroso de los siglos XVI y XVII: el conquistador español esclavizó al indio en las llamadas „encomiendas“ como animal de trabajo, destruyéndole psíquicamente por siglos. El indio regresa tan solo a fines del siglo XX a retomar posesión de su destino. Terminé la obra en 2006, se estrenó en 2007.
Ejemplo: Fragmento de Boletín y Elegía de las Mitas
La obra utiliza una Orquesta de Instrumentos Nativos, tres coros, los objetos sonoros de madera, electrónica y un montaje video. La música „nacional“ que estructura el ejemplo que hemos escuchado es música de „chichería“. Parece que después de unos cuarenta años de un „diálogo de sordos“ las dos mitades musicales de mi alma comienzan a dialogar.
Muchas gracias.
Freiburg, d. 1 April 2009